17 de Mayo – Día Mundial de la Hipertensión Arterial

La presión arterial alta puede provocar daños en los vasos sanguíneos en la retina. Cuanto más alta sea la presión arterial y mayor sea el tiempo que esta haya estado elevada, más probable será que el daño sea grave.

La mayoría de las personas con retinopatía hipertensiva no tienen síntomas hasta cuando la enfermedad está avanzada.

Los síntomas pueden incluir:
• Visión doble, visión débil o pérdida de la visión
• Dolores de cabeza

El grado de daño a la retina (retinopatía) se clasifica en una escala de 1 a 4:
Grado 1: es posible que usted no tenga síntomas.
Grados 2 a 3: hay muchos cambios en los vasos sanguíneos, filtración de los vasos sanguíneos e inflamación en otras partes de la retina.
Grado 4: usted tendrá hinchazón del nervio óptico y del centro visual de la retina (mácula). Esta hinchazón puede causar disminución de la visión.

En la mayoría de los casos, la retina sanará si se controla la presión arterial. Sin embargo, algunas personas con retinopatía grado 4 tendrán daño permanente del nervio óptico o la mácula.

Prevención de la hipertensión
La OMS indica que todos los adultos deberían medirse su tensión arterial periódicamente, y que podemos adoptar cinco medidas para minimizar las probabilidades de padecerla.

Dieta saludable: promover un modo de vida saludable, haciendo hincapié en una nutrición adecuada de niños y jóvenes; reducir la ingesta de sal a menos de 5 g al día; comer cinco porciones de fruta y verdura al día; reducir la ingesta total de grasas, en especial las saturadas.

Actividad física: Promover la actividad física entre los niños y los jóvenes (al menos 30 minutos al día).

Evitar el uso nocivo del alcohol: limitar su ingesta a no más de una bebida estándar al día.

Abandonar el consumo de tabaco y la exposición a los productos de tabaco.

Gestionar el estrés de una forma saludable: mediante meditación, ejercicio físico adecuado y relaciones sociales positivas.