Información sobre la salud ocular para adultos mayores de 65 años

A medida que avanzan nuestra edad los exámenes regulares con un oftalmólogo se vuelven aún más importantes para preservar la vista.

La presbicia generalmente comienza a principios de los 40 y puede aumentar con la edad. Incluso las personas que ven bien y que no tienen enfermedades oculares relacionadas con la edad pueden tener cambios en la visión que pueden no ser evidentes. Por ejemplo, puede volverse gradualmente más difícil distinguir un objeto de su fondo cuando son del mismo color (como una taza de café con leche sobre una mesa blanca). Esto se llama pérdida de “sensibilidad al contraste”.

Para las personas mayores, la capacidad de ver bien con diferentes luces puede cambiar. Al pasar de un área bien iluminada a una con poca luz (o viceversa), sus ojos pueden tardar más en ajustarse y enfocarse, o no se ajustan muy bien.

Los problemas para adaptarse a la luz y la oscuridad pueden dificultar la conducción, especialmente de noche o bajo la lluvia. Conducir puede ser aún más desafiante cuando las enfermedades oculares afectan su visión periférica (lateral) o aumentan su sensibilidad al deslumbramiento.

Para los conductores mayores, se recomienda las siguientes medidas de seguridad:

-Conducir durante el día

-Reducir la velocidad

-Sea extremadamente cauteloso en las intersecciones

-Mantener el parabrisas limpio por dentro y por fuera.

-Si utiliza anteojos, asegúrese de que no estén rayados ni sucios.

Es importante hacerse un examen completo de la vista anualmente después de los 65 años.

Cuanto antes se detecte un problema, más probable es que el tratamiento sea exitoso.

Durante los exámenes regulares de la vista, su oftalmólogo buscará enfermedades oculares relacionadas con la edad, que incluyen:

-Degeneración macular relacionada con la edad

-Retinopatía diabética

-Glaucoma

-Catarata