El glaucoma es el aumento de la presión intraocular. Obedece a distintas causas y puede ser crónico (lo más frecuente) o agudo por un aumento brusco de dicha presión.

No tiene ninguna relación con la presión arterial

La presión ocular generalmente es asintomática, siendo un hallazgo médico durante una consulta de rutina o en los estudios básicos que se realizan en ella.

Requiere tratamiento con gotas de aplicación diaria y con una frecuencia que varia de acuerdo a cada medicamento. A veces se requiere combinar diferentes gotas para lograr el objetivo de bajar la presión.

El glaucoma no tratado conduce a la perdida de la visión de manera irreversible.

Destacamos que la agudeza visual, inicialmente no esta afectada ya que la perdida visual se refiere a la visión periférica (campo visual) y es muy difícil para el paciente percibirlo. Para detectar estas alteraciones realizamos los estudios específicos.

El médico controlará la eficacia del tratamiento con controles periódicos de presión ocular, campimetría computarizada y estado del nervio óptico para evaluar posibles lesiones y modificar el tratamiento si es necesario

Si el glaucoma es resistente al tratamiento médico existen la alternativa quirúrgica a través del implante de válvulas que permiten regular el flujo del humor acuoso, responsable de la hipertensión ocular.

Estos dispositivos suelen reservarse para casos complicados de glaucoma en los que ha fracasado los láseres específicos, la cirugía filtrante convencional etc.